lunes, 19 de marzo de 2012

no sólo de fieltro vive el taller (II)...


Normalmente los veranos son tiempo de alegría, diversión, entretenimiento... A menos que seas adolescente y te obliguen a ir a un pueblo donde ya no tienes amigos y en el que crees que no hay nada que hacer. Pues fue en un verano de estos en el que mi madre me dijo una de sus frases legendarias: "En esta casa no existe el aburrimiento"; y me dió un par de agujas y algunas madejas de lana que tenía arrinconadas. "Así se hace el derecho, y así se hace el revés. A ver qué consigues hacer". 

Y así empezó mi afición a hacer bufandas... Las he hecho largas (muy largas), no tan largas, lisas, a rayas, con flecos, caladas, tupidas... Aquí os dejo un par de muestras de las últimas que he hecho: un regalo para dos recién llegados a Hogwarts. 




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